Nuestra planta empieza a ser un ejemplo de modelo de gestión de residuos orgánicos donde se consigue un compost microbiológicamente activo con el que se están obteniendo excelentes resultados agrícolas y grandes beneficios para el medio ambiente.
La composición del compost es variable según el tipo de cultivo al cual va destinado.
El resultado es la obtención de un compost de alto rendimiento, destinado a los sectores agrarios y de jardinería.
El uso continuado del compost genera un suelo biológicamente activo. En tres años, las enfermedades clásicas tienden a disminuir en más de un 80%. Se controla el fusarium, muy perjudicial en horticultura. Pero uno de los efectos que últimamente se ha conseguido comprobar, es revertir el efecto negativo de la armillaria sobre frutales y viñedos.
Una vez incorporado el compost, la microbiología sigue actuando y mejora el rendimiento de los cultivos, movilizando muchos de los abundantes minerales (insolubles) estacionados en el suelo y además tiene un efecto estimulador del crecimiento radicular de les plantas.
Se están obteniendo muy buenos resultados en cultivos extensivos de guisantes, viña, huerta y todo tipo de árboles frutales.
Recomendamos la aplicación del abono con remolque esparcidor.
Las dosis de aplicación variarán en función del tipo de suelo, tipo de cultivo y otros condicionantes específicos.
Es muy importante fomentar el uso del compost para mejorar la calidad de los suelos, el compost microbiológico mejora el compost tradicional, lo que significa un nuevo modelo de gestión más eficiente y un compromiso con el medio ambiente.